"Hay una campaña injusta contra el cine español"
Tras siete años al frente del Zinemaldia, admite que su preocupación «no es hacer un festival sin ETA, sino vivir sin ETA»
100.000 espectadores en una ciudad que no llega a los 200.000 habitantes. 2.000 representantes de la industria y 1.200 periodistas acreditados. El festival de San Sebastián parece tocar techo cada año y poner a prueba la capacidad de Mikel Olaciregui (Pasaia, 1956) para competir con Cannes, Venecia, Berlín y Roma: sin su presupuesto y con una infraestructura hotelera de un único establecimiento de cinco estrellas. Hoy arranca la fiesta del cine, el acontecimiento cultural y social del País Vasco con mayor repercusión internacional.
-Parece que la sed de estrellas de las últimas ediciones se ha saciado este año.
-Eso parece. Que vengan las estrellas depende de la cosecha anual, porque, excepto los dos Premios Donostia, vienen pegadas a una película. Está confirmada la presencia de Richard Gere, Viggo Mortensen, Irene Jacob, Sophie Auster, Sergi López, Barbara Hershey, John Leguizamo, Samuel L. Jackson, Richard Lester Y Demi Moore, que viene para la clausura con su compañero, Ashton Kutcher.
-Richard Gere y Liv Ullmann, Premios Donostia.
-Gere conjuga la popularidad con una carrera de calidad. Y Liv Ullmann es una de las grandes damas del cine y el teatro europeo. Habíamos empezado las negociaciones con ella mucho antes de que se muriera Bergman. Y sabíamos que la última película que hicieron juntos, 'Saraband', tenía que clausurar el ciclo de cine nórdico Fiebre Helada.
-Explíqueme por qué el cambio de domicilio de Julian Schnabel en Nueva York ha perjudicado al festival.
-Ja, ja. Schnabel ha reformado su casa del Village, donde se celebraba la fiesta de presentación del Zinemaldia. Las obras han durado tres o cuatro años, pero creo que está a punto de inaugurarla. No sé si ahora querrá retomar esa tradición
-Por fin se recupera el Victoria Eugenia tras siete años de obras. Acoge las oficinas del festival y las proyecciones de Perlas de Zabaltegi, además de conciertos y fiestas.
-Recuperamos un espacio emblemático, ligado a la historia del festival. Ha permanecido durante estos últimos años como testigo mudo y poco agraciado en el eje diario entre el Kursaal y el hotel María Cristina. Mucha gente me pregunta si se van a recuperar las galas, y la respuesta es no. Ya no caben ni los periodistas acreditados. El Kursaal es la sede del siglo XXI. Tiene 1.500 localidades frente a las 600 con visibilidad del Victoria Eugenia.
-El festival no nota el descenso de asistencia a las salas. Una semana antes ya se han agotado las entradas para muchas películas.
-En los siete años que llevo al frente han cerrado los Astorias, los Warner Lusomundo Nosotros no lo notamos. Además, este año recuperamos aforo con el Victoria Eugenia. De las nuevas formas de consumir cine hablaremos en una mesa redonda con exhibidores y representantes de empresas de telefonía y de descarga legal de películas. El futuro del cine.
-2007 está siendo un año pésimo para el cine español, en mala prensa y en recaudaciones.
-Sí. Es un año sin película de los grandes y esperadísimos directores: Almodóvar, Amenábar Y automáticamente la cuota de pantalla se derrumba. Vamos a ver si las películas del otoño la animan: las tres preseleccionadas para el Oscar y las dos que concursan en la sección oficial: 'Mataharis' y 'Siete mesas de billar francés'.
-Un dato. 'Caótica Ana', de Julio Medem, figura en la web del Ministerio de Cultura con 290.000 euros recaudados. Una miseria.
-El cuerpo se me queda muy mal al oír eso Pensaba que la película de Julio iba a romper esa tendencia. Por otra parte, hay un exceso de producción del cine español. Si se hacen 110 títulos al año significa que hay que estrenar dos a la semana. Y la estructura de distribución y exhibición no lo permite. Tampoco el público conecta con las películas españolas. La única que está funcionando es 'La carta esférica': a la gente le ha hecho gracia ver una de aventuras.
-¿No achaca los malos resultados a las descalificaciones contra el cine español?
-Los ataques han sido constantes. Es una campaña injusta, aunque hay que darles la razón cuando señalan las bajas audiencias. Se está dando la imagen del cine español como un sector politizado y menesteroso, y no es verdad. Es una industria con bases sólidas.
Relevo generacional
-¿Se las ha visto y deseado para encontrar dos filmes españoles potables para la sección oficial?
-No. 'Mataharis' y 'Siete mesas de billar francés' ya tienen el pedigrí necesario. Icíar Bollaín y Gracia Querejeta han competido antes en San Sebastián. Dentro del cine español que vimos nos pareció lo más adecuado, pero había otras que podían haber figurado.
-Dos directoras en representación del cine español no deja de ser un espejismo
-Sí. Ha sido una casualidad, una anécdota. El otro día leía una entrevista con ellas y coincidían en que no sentían que competían entre sí.
-Debutó como director en 2001, el año del 11-S. Pensaría que desde entonces nada podía ir peor.
-Bueno, en estos años ha habido otras perlas, como la huelga del hotel María Cristina Siempre tienes que estar preparado para lo inesperado. Lo peor que puede pasar es que no se cumpla todo lo anunciado.
-¿Va viendo la hora de dejarlo?
-Llevo ya quince años involucrado en el festival. Y a veces piensas que va siendo hora que venga un relevo generacional. Pero de momento no se me ha ocurrido otra solución de vida. Trabajar en el festival de San Sebastián es un placer. Dejarlo me da vértigo.
-¿Sueña con un festival sin ETA?
-He pasado algunos con tregua, y ya eran casi un sueño. Coincidir con un alto el fuego te llena de ilusión, supongo que como a cualquier ciudadano de este país. La preocupación no es hacer un festival sin ETA, sino vivir sin ETA.
-Hace siete años, Liv Ullmann dijo que no venía a San Sebastián por los terroristas.
-Este año no ha puesto ninguna pega. Y eso me llena de alegría.
http://www.eldiariomontanes.es/20070920/cultura/cine/campana-injusta-contra-cine-20070920.html
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