Festival de Cine de Venecia

Sexo, humillaciones y celos

Ang Lee y Kenneth Branag, con propuestas arriesgadas

VENECIA.- Sexo, traición, celos y relaciones humanas nacidas de la humillación son los puntos de coincidencia entre las dos películas de la competencia oficial del Festival de Cine de Venecia que se conocieron ayer: la polémica Lust, Caution , de Ang Lee, y la nueva versión de Sleuth ( Juego mortal ), de Kenneth Branagh.


Lee volvió a la Mostra dos años después de ganar el León de Oro con Secreto en la montaña para presentar una extensa (156 minutos) y compleja trama ambientada en Hong Kong y Shanghai durante la Segunda Guerra Mundial y hablada en chino. La trama, que el director asoció con el psicodrama, muestra el tenso vínculo entre una joven estudiante y agente de la resistencia china (la debutante Tang Wei) y un siniestro colaboracionista japonés y torturador encarnado por Tony Leung. La esposa de éste, interpretada por Joan Chen, completa un complejo triángulo.

Entre fuertes pasiones destructivas que confunden a sus protagonistas, la película incluye varias y extensas escenas de sexo casi explícito, justificadas por el realizador en la necesidad de ahondar en la exploración del alma y exhibir sin tapujos el carácter de la relación entre ambos seres. La película, iluminada por el mexicano Rodrigo Prieto, condimentada con espionaje, amantes y tangos y llamada a sumarse a la larga lista de films que causaron escándalo a lo largo de la historia de la Mostra , recibió moderados aplausos durante la proyección para la prensa.

Otra mirada

No menos marcado por la humillación es el nexo que une a los dos protagonistas de la nueva versión de Sleuth , film que rodó en 1972 Joseph L. Mankiewicz con Laurence Olivier y Michael Caine. Sin embargo, en sentido estricto, el film de Branagh sólo recurre del original a su punto de partida: el duelo entre dos hombres que aman a una misma mujer y que tratan de aniquilarse mutuamente en un juego de poder y destrucción.

La novedad es que la excentricidad y el gusto por los juegos de ingenio del millonario aristócrata (que en la versión original encarnaba Olivier y ahora está en manos de Caine) quedan de lado y en su lugar aparece un fuerte componente de seducción homosexual.

"No se trata de una remake, sino de una obra original de Harold Pinter que no se basó en la película de Mankiewicz, que Pinter jamás vio, sino directamente en la pieza de Anthony Shaffer", dijo Caine en la conferencia de prensa posterior a la proyección. Con Law y Branagh a su lado, Caine destacó el "trabajo admirable de concisión y modernización del diálogo" a cargo de Pinter, cuyas facciones alcanzan a verse en una pantalla de TV. "Baste pensar -agregó- que los 138 minutos de la película de 1972 son ahora 86 y que las 16 semanas de rodaje se convirtieron en sólo cuatro."

En cuanto a Branagh, la crítica coincidió en notar que dejó de lado el barroquismo de sus películas precedentes para concentrarse en la dirección de dos actores sublimes a los que será difícil disputarles la Copa Volpi a la mejor actuación.

Al mismo tiempo, el realizador japonés Takeshi Kitano inauguró la sección dedicada a los maestros del cine con un decepcionante Kantoku Banzai ( Viva el director ), un film dividido en episodios donde se ríe de sí mismo con poca gracia. Este film abre una serie de proyecciones fuera de concurso durante la cual se verán las últimas realizaciones de Woody Allen, Claude Chabrol, Manoel de Oliveira y Carlo Lizzani, entre otros.

Mientras tanto, el director de la Mostra , Marco Müller, destacó a propósito de las películas de Lee y Kitano la fuerte presencia que tiene este año aquí el cine asiático y adelantó, sin nombrarlo, que el film sorpresa incluido junto con otros 22 films en la sección competitiva proviene de ese continente.

Agencias EFE, AFP y ANSA

http://www.lanacion.com.ar/entretenimientos/nota.asp?nota_id=939336

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