Paul Auster, Presidente del Jurado del Festival de Cine de San Sebastián

Paul Auster: "Me niego a trasladar mis novelas al cine"

'La vida interior de Martin Frost', la última película de Paul Auster, está concebida como un juego de muñecas rusas.

CRISTINA SAVALL
SAN SEBASTIÁN

--La música del azar es la única de sus novelas que ha sido llevada al cine. La vida interior de Martin Frost, Lulu on the bridge, Blue in the face y Smoke --nacido de Cuento de Navidad de Auggie Wren, que publicó The New York Times-- partieron de guiones o relatos breves.

--Me niego a llevar mis libros al cine, son demasiado complejos. No sé si es posible hacer películas con ellos. Tendrían que durar ocho horas. No les harían justicia. Una película debe brotar de una historia corta.

--Alejandro Chomsky, sin embargo, prepara el rodaje de El país de las últimas cosas.

--Es el libro más visual. Quiero que lo protagonice mi hija Sophie.

--¿Cómo llegó a dirigir películas?

--Por azar. Wayne Wang me llamó. Le había encantado el cuento que había leído en el diario. Le dije que encantado, que podía dirigirlo. Poco a poco me fue implicando en Smoke. Acabé escribiendo el guión, y después me pidió que lo acompañara en el rodaje. Al final era un proyecto compartido, aunque el estilo visual es suyo. Después cuando decidimos rodar Blue in the face, Wang cayó enfermo, y tuve que asumir el mando.

--¿Ha tenido alguna influencia en que Wang concurse en la sección oficial de San Sebastián, donde usted es el presidente del jurado?

--Ni siquiera sabía que venía. Abrí el catálogo, leí su nombre, así me enteré. Hace años que no le veo.

--La vida interior de Martin Frost versa sobre el vacío que siente un escritor al terminar una novela.

--Es un enfoque poético sobre el proceso creativo. Lo que hay que entender --y no todo el mundo lo pilla-- es que es la historia acerca de un hombre que escribe una historia sobre un hombre que escribe una historia. Hay tres niveles, pero lo que hace ambigua a esta película es que el escritor se presenta como personaje. No se sabe si lo que ocurre lo está imaginando o viviendo. O sea, Martin se duerme y cuando se despierta con una desconocida en la cama está claro que esa es la trama de la novela en la que trabaja. ¿O no?

--Fortunato, personaje que interpreta Michael Imperioli, lanza un duro discurso contra Bush, al que vaticina una tercera investidura. Dice: "Desprecio profundamente al cabrón ese. Es un embustero peligroso, y ha hecho más daño al país que cualquier otro personaje en nuestra historia..." ¿Es su álter ego?

--No lo digo yo; es un personaje de ficción que escribe una novela sobre un país que encoge a sus habitantes para poder sobrevivir a una hambruna. Cuando rodamos esa escena no había manera, no parábamos de reír. Tardamos tres días.

--¿Qué es el cine para usted?

--Un medio que se presta a historias fantásticas. Pero nadie me va a dar mucho dinero para rodar una película, así que me lo planteo como un cuarteto de cámara. Mis películas son pequeñitas.

--¿Se siente vacío ahora?

--Acabo de entregar a mi editor mi última novela, Men in the dark (Hombres en la oscuridad), que se publicará el próximo año. Sí, me siento vacío y deprimido. Por eso me siento agradecido al festival porque con tantas películas me puedo evadir.

--El título es apocalíptico. ¿Está en la misma línea de El país de las últimas cosas, en la que augura la degradación del mundo actual?

--Es diferente, pero, sí, muy oscura.

--¿Volverá a dirigir?

--En un mundo ideal me gustaría, pero la verdad es que no tengo ninguna idea que me inspire. Al menos para hacer cine, porque ya me ronda otro libro en la cabeza.

--En la publicación del guión de La vida interior de Martin Frost confiesa que fue una pesadilla conseguir financiación. Al final la ayuda procede de productoras portuguesas y españolas.

--Al final disfruté del problema de tener que hacer mucho con poco. Eso te mantiene con los ojos abiertos.

--Fue un encadenado de percances. Quería de protagonista a Willem Dafoe y a bastantes otros antes de pensar en David Thewlis; el compositor de la banda sonora se marchó, y el primer productor y el director de fotografía, también...

--Para decirlo sin tapujos: todo era una cuestión de dinero.


http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=444179&idseccio_PK=1026

No hay comentarios: